Las emociones forman parte fundamental de nuestra experiencia humana, y la gestión emocional es la habilidad que nos permite identificarlas, entenderlas y regularlas para que no nos desborden ni afecten a nuestro bienestar. No siempre sabemos cómo manejar nuestras emociones cuando se intensifican o nos sobrepasan, pero aprender a gestionarlas es clave para vivir con equilibrio.
Cada emoción tiene un “umbral”, un límite dentro del cual nos sentimos en equilibrio pero en momentos de estrés, incertidumbre, injusticia, decepción o desagrado, ese umbral puede ser superado. La emoción se intensifica y esa sensación incómoda o desagradable sobrepasa ese límite, haciendo que nos sintamos abrumados o fuera de control. Es natural querer recuperar esa calma y equilibrio lo antes posible, y por eso muchas veces reaccionamos con conductas que intentan apartar esa emoción intensa, aunque no siempre sean beneficiosas.
Conductas que intentan regular nuestras emociones pero que pueden ser dañinas
Cuando las emociones nos sobrepasan, es frecuente que recurramos a mecanismos que nos ayuden a aliviar esa sensación, aunque a veces sean conductas poco saludables o contraproducentes:
- Conductas adictivas: pueden manifestarse a través del juego, consumo de sustancias, comer emocionalmente o usar dispositivos electrónicos en exceso. Son intentos de escapar o anestesiar el malestar emocional, aunque generan dependencia y problemas a largo plazo.
- Conductas de evitación: callarse, no poner límites o evitar conflictos son formas de intentar mantener la calma evitando la confrontación, pero estas estrategias suelen generar frustración acumulada y sentimientos de impotencia.
- Conductas impulsivas: en momentos de alta tensión emocional, algunas personas pueden autolesionarse o expresar su malestar mediante conversaciones agresivas, ya sea verbal o físicamente. Son reacciones que buscan liberar la tensión, pero que pueden dañar tanto a uno mismo como a los demás.
A todos nos ha pasado en algún momento. Lo importante es reconocer estas respuestas para poder aprender a gestionarlas de una forma más saludable.
¿Por qué es importante aprender a gestionar las emociones?
Si no sabemos utilizar buenas estrategias para manejar nuestras emociones, estas pueden generar otros problemas, como ansiedad, estrés crónico, dificultades en las relaciones o problemas físicos. Gestionar bien las emociones no significa reprimirlas ni negarlas, sino permitirnos sentirlas, entender qué nos quieren comunicar y responder de forma consciente y adaptativa.
La gestión emocional es una habilidad que se puede aprender y mejorar e implica desarrollar herramientas para reconocer nuestras emociones en el momento en que aparecen, identificar qué las provoca y elegir cómo responder en lugar de reaccionar automáticamente.
¿Cómo te puede ayudar la terapia en la gestión emocional?
En un proceso terapéutico, podemos trabajar juntos para:
- Identificar tus emociones y entender qué las desencadena.
- Reconocer patrones repetitivos en la forma en que respondes emocionalmente.
- Aprender técnicas de regulación emocional como la respiración consciente, el mindfulness o la reestructuración cognitiva.
- Desarrollar nuevas formas de relacionarte contigo y con los demás, poniendo límites saludables y comunicándote de manera asertiva.
El objetivo es que puedas atravesar las emociones difíciles sin sentirte desbordado y que puedas vivir con más equilibrio y bienestar.
Atención psicológica presencial y online
Ofrezco mis servicios tanto de forma presencial como online, para que puedas elegir el formato que mejor se adapte a tus circunstancias y necesidades. La terapia online facilita el acceso desde cualquier lugar, mantiene la confidencialidad y permite crear un espacio cómodo desde donde te sientas segura para expresar lo que necesitas.
Si sientes que las emociones te sobrepasan y quieres aprender a gestionarlas de una forma más saludable, estaré encantada de acompañarte en este camino. Recuerda que siempre es un buen momento para cuidar de ti y empezar a vivir con más calma y conciencia.